Hay que reconocerlo: son millones las personas que ven los premios de cine o de series de televisión solo para ver la alfombra roja. Eso no tiene nada de malo, aunque hay muchas personas que lo califican de algo vanidoso. ¿Realmente lo es?
Las alfombras rojas, en efecto, reúnen a actores y actrices vestidos de trajes carísimos, imposibles de pagar para una persona con un sueldo promedio. Esto podría favorecer al consumismo y a los gastos suntuosos, pero la verdad es que esto no va reñido con apreciar el arte de los vestidos de forma independiente.
Creaciones artísticas, con su respectivo valor
Así como las pinturas pueden costar cientos de miles de dólares, un vestido diseñado por un grande de la moda también. Los vestidos que se muestran en las alfombras rojas son una muestra, sin aspiración a ganar premios, de la calidad que el diseñador tiene. Cada uno de ellos tiene su respectivo estilo, pero entre todos es posible mostrar un panorama general de la moda en el país donde está presentándose esa alfombra roja.
Aunque los costos de esos vestidos sean prohibitivos, muchas personas pueden usarlos como fuentes de inspiración para sus propias creaciones en la moda.